Por el aumento de las consultas, el Hospital Odontológico de la UBA atenderá al público en enero y febrero

La medida busca garantizar la atención clínica y ampliar los servicios para evitar el colapso habitual de marzo.

El cuidado de los dientes es fundamental a toda edad, por lo cual la Facultad de Odontología de la Universidad de Buenos Aires mantendrá sus puertas abiertas durante enero y febrero de 2025 en la que será la primera vez que la institución adopta esta medida para la incorporación de nuevos pacientes y en un esfuerzo por atender la creciente demanda y mitigar los efectos de la crisis del sistema de cobertura en odontología.

A partir del 6 de enero, se llevarán a cabo atenciones clínicas en turnos mañana, tarde y noche, mientras que se informó que se realizarán restauraciones de complejidad media o baja, como tratamientos para caries, coronas y prótesis y la atención será exclusivamente ingresando por la guardia.

Asimismo, durante febrero, se sumarán más servicios con el objetivo de ampliar la capacidad operativa y responder a las necesidades de la comunidad. Esta iniciativa busca no solo garantizar la continuidad de los tratamientos, sino también descongestionar el flujo de pacientes que se incrementa significativamente en marzo.

Las seis señales que indican que se debe ir al dentista

La visita al odontólogo debe realizarse al menos una vez al año para mantener adecuadamente no solo los dientes sino también las encías, a la vez que es importante para prevenir en el caso que aparezcan caries. En tanto, las seis señales que indican que hay que ir el dentista son:

Alteración en las encías: cuando se da algún tipo de alteración en el tejido blando, ya sea dolor o cambio de color o sangrado son señales de que se está dando una enfermedad periodontal: la gingivitis y en el caso que sea más severo una periodontitis.

Mal aliento, halitosis: cerca de un 50% de la población lo ha padecido en algún momento. Y aunque en ocasiones no es del todo preocupante, si se da en repetidas ocasiones, es una señal de que algo está sucediendo en la cavidad oral. Las causas más comunes son enfermedades periodontales, nivel salival bajo, abundante sarro.

Muelas de juicio: las muelas del juicio son los últimas muelas en salir. Son las terceras muelas en erupcionar, y lo hacen en cada lado de los maxilares, aunque para muchas personas estas muelas pueden estar impactadas en el hueso, es por ello que presentan sintomatología de dolor, irritación, inflamación incluso mal aliento.

Dolor dental por caries: si hay presencia de dolor dental puede ser un indicador de la presencia de caries o de alguna infección.

Alteración de la articulación temporomandibular: esta articulación conecta la mandíbula al cráneo, si la articulación no está en buenas condiciones puede llegar a desarrollar un desorden en la misma articulación. Los síntomas suelen ser: dolor debajo del área auricular, sonidos al abrir la boca, dolor en los músculos circundantes a la articulación.

Sensibilidad al calor o al frío: si está experimentando un aumento de la sensibilidad al calor y al frío, la caries dental es una buena posibilidad. Cuando la caries dental aparece primero, afecta a la superficie de los dientes. A medida que la condición avanza hace su manera hasta el centro del diente donde se encuentran los nervios y los vasos sanguíneos. Aquí es cuando usted comienza a experimentar dolor en respuesta a las temperaturas frías y calientes.

Las recomendaciones para cepillarse los dientes

Frecuencia: cepillarse los dientes al menos dos veces al día, por la mañana y antes de acostarse. Esto ayuda a eliminar la placa bacteriana que se acumula a lo largo del día y durante la noche.

Duración: dedicar al menos dos minutos a cada sesión de cepillado. Dividir la boca en cuatro secciones (superior izquierda, superior derecha, inferior izquierda, inferior derecha) y pasar 30 segundos en cada sección.

Técnica: usar movimientos suaves y circulares con el cepillo de dientes, asegurándose de cepillar todas las superficies de los dientes: las partes frontales, posteriores y las superficies masticatorias. No olvidarse de cepillar la línea de las encías.

Cepillo: utilizar un cepillo de dientes de cerdas suaves para evitar dañar las encías y el esmalte dental, en la medida de lo posible. Considerar usar un cepillo de dientes eléctrico, ya que puede ser más efectivo para eliminar la placa.

Enjuague y limpieza adicional: después de cepillarse, enjuagar la boca con agua. Además, usar hilo dental al menos una vez al día para limpiar entre los dientes y eliminar la placa y los restos de comida que el cepillo no puede alcanzar.

Reemplazo del cepillo: cambiar el cepillo de dientes cada tres meses o antes si las cerdas están desgastadas. Un cepillo desgastado es menos efectivo para limpiar los dientes.

Lengua y encías: no olvidarse cepillar suavemente la lengua y encías para eliminar bacterias y refrescar el aliento. Existen limpiadores de lengua específicos que pueden ser útiles.

Visitas al dentista: realizar visitas regulares al dentista, al menos cada seis meses, para chequeos y limpiezas profesionales. Esto ayuda a detectar y prevenir problemas dentales antes de que se conviertan en problemas mayores.

Dieta y hábitos: mantener una dieta equilibrada y limitar el consumo de alimentos y bebidas azucaradas. Evitar fumar y el consumo excesivo de alcohol, ya que estos hábitos pueden afectar negativamente la salud bucal.